🧨 Edición 7 · Cuando la mayoría no tiene la razón: legalizar la corrupción es otra forma de encubrirla

“No todo lo que es legal es ético. No todo lo que decide la mayoría es justo.” Vivimos tiempos donde muchas decisiones se camuflan bajo el disfraz del “consenso”. Se convoca a una votación, se logra una mayoría y, por ende, se asume que todo está correcto. Pero ¿qué ocurre cuando esa mayoría aprueba lo que claramente es inmoral, ventajoso para unos pocos, o perjudicial para la colectividad? Lo llaman legalidad… pero huele a corrupción. El verdadero problema surge cuando confundimos lo legal con lo legítimo , y lo democrático con lo ético . Así, líderes deshonestos, respaldados por seguidores complacientes o cómplices silenciosos, lavan sus decisiones con una mayoría mecánica. Lo que realmente sucede es una forma sutil —y peligrosa— de encubrir la corrupción. He visto equipos justificar decisiones claramente egoístas bajo la frase: “Pero todos votamos que sí” . He presenciado cómo normas internas se modifican solo para proteger a los de siempre. ...